Recientemente realizamos un cambio de caldera de gasóleo con acumulador de 120ls por una Wolf de gas de condensación con acumulador de 44ls, termostato modulante y sonda exterior. Una instalación realizada con acero inoxidable que se calcula aportará al cliente un ahorro de hasta el 50%.
Caldera de gasoleo VS Caldera de condensación
Si estás pensando en cambiar tu caldera, no lo pienses más. La caldera de gasóleo contamina más, además el rendimiento es inferior. Por otro lado necesitamos tener un depósito de gasóleo, con lo que necesitamos más espacio en el lugar y el problema de los olores del gasóleo.
El mantenimiento también resulta más caro, ya que se ensucian mucho más.
Las ventajas de la caldera de condensación por acumulación
Las calderas de acumulación consumen en comparación con una caldera atmosférica de gasóleo, sobre un 50% menos.
Por otro lado el rendimiento de la caldera es sobre un 108%. Al funcionar con rangos de temperatura más bajos el mantenimiento es menor y el coste de las piezas es menor que en una de gasóleo.
Si además, incorporamos un termostato modulante controlado con una sonda exterior, los arranques de la caldera son menores, por lo que todavía estamos consumiendo menos gas.
El motivo por el cual decidimos que lleven depósito de acumulación, es porque ello nos aporta un caudal de agua suficiente como para suministrar 3 o 4 grifos simultáneamente, además de no haber variaciones de temperatura durante las duchas o baños.
El antes y el despúes de la instalación
Como podéis ver son varias las razones que llevaron a este cambio por parte del cliente con nuestro asesoramiento. Os dejamos a continuación un antes y después para que veáis in situ los tipos de calderas que instalamos: