Seguridad en las calderas de gas
Para que una caldera de gas funcione correctamente y cumpla con su función principal, además de no resultar peligrosa para los habitantes de la casa, existen algunas cuestiones que debemos tener en cuenta. En el artículo de hoy revisaremos algunos consejos de mantenimiento y distintos cuidados que se deberán aplicar en el caso de contar con una caldera de gas en el hogar.
Cuidados de las calderas de gas
Llega el frío y las calderas vuelven a funcionar en la casa con la finalidad de calefaccionar los ambientes. Si bien se trata de un elemento indispensable para poder pasar un invierno agradable y no sufrir las bajas temperaturas, sí existen algunas precauciones que debemos considerar para que no se torne algo peligroso.
Controlar las instalaciones. Una fuga de gas podría resultar en una fatalidad, por lo que controlar las instalaciones al menos una vez al año es algo que no podemos dejar de hacer. Se recomienda hacer chequeos y verificaciones de manera periódica en las instalaciones de gas además de comprar marcas reconocidas fabricadas con componentes fiables. Además revise cada cierto tiempo la presión y temperatura óptima para asegurarse de que todo es correcto.
Verificar el color de la llama. La llama de una caldera de gas debe ser principalmente de color azul, ya que esto nos indica que la combustión se está haciendo de la manera correcta. Existen productos de limpieza del lugar donde esté alojada la caldera así como otro tipo de partículas como el zinc que pueden hacer que la llama se torne amarilla o roja, debido a la desproporcionada combustión del gas y el oxígeno. Si esto pasara llame inmediatamente a su técnico instalador de gas.
Rejillas de ventilación. Jamás deben estar obstruidas ni cubiertas por nada, ya que a través de ellas se elimina el gas toxico y se genera la renovación del oxígeno totalmente necesaria para que no se produzca una concentración de CO2.
Técnicos confiables. No todas las personas que se ofrecen para hacer trabajos de gas y arreglo de calderas son realmente confiables. Busque profesionales certificados como ONAGAS ya que, como bien dijimos previamente, un escape de gas es algo delicado y podría resultar fatal.
Chequeos regulares. Se recomienda hacer una revisión y mantenimiento de las calderas de gas al menos cada 5 años. Esto es para garantizar su correcto funcionamiento y asegurarnos de que todo irá bien una vez que comencemos a utilizarla, aunque el tiempo en concreto depende del tipo de caldera que tegamos.
Limpieza anual. Una vez por año las calderas de gas deben ser aseadas, para evitar que surja suciedad que pueda perjudicar la combustión y el color de nuestra llama. Antes de proceder a realizar la limpieza tendremos que cortar por completo la llave de paso del gas y asegurarnos de que no corremos ningún peligro. Lo único que utilizaremos para asear la caldera en cuestión será un paño húmedo y un cepillo, evitando productos químicos que podrían luego resultar inflamables una vez que ya la misma se encuentre en funcionamiento.