Todos hemos oído hablar alguna vez del sistema de suelo radiante cuando nos referimos a los distintos mecanismos de climatización que existen. Si tuviéramos que elegir un método de calefacción o refrigeración que fuera eficiente, silencioso, totalmente versátil y cómodo, definitivamente el suelo radiante tendría prioridad.
En el artículo de hoy ampliamos información sobre los distintos tipos de suelo radiante que existen y por qué deberías de tener en cuenta a este sistema de climatización para tu hogar. Esperamos que la información te resulte útil.
Agua caliente o electricidad
tipos de suelo radiante
La clasificación más importante en relación a estos tipos de suelo tiene que ver con el origen de la producción de refrigeración. Algunos se basan en algo tan simple como el agua caliente y otros requieren de energía eléctrica.
Por agua caliente.
Este tipo de suelo radiante funciona de una manera muy similar a la de una caldera regular, basándose principalmente en una red de distribución y tuberías que se alimentan de agua caliente con el objetivo de calefaccionar a través de la temperatura de la misma. Este mecanismo está formado por una serie de elementos: tubos plásticos, placas aisladoras, sistema de distribución, morteros, solados, etc.
Por electricidad.
Existen suelos radiantes que utilizan la energía eléctrica como fuente para funcionar y climatizar el ambiente indicado. En este caso nos podemos encontrar con dos sistemas diferentes: por un lado, los de resistencia eléctrica metálica y por los otros aquellos basados en fibra de carbono.
Beneficios de utilizar suelo radiante
Como les contamos anteriormente, el suelo radiante no solo es un sistema versátil y confortable sino que además es uno de los más eficientes en cuanto a mecanismos de climatización aunque bien es cierto que algo lento en comenzar a calentar las estancias. Como os contábamos en un reciente artículo, entre sus ventajas se encuentran :
Valor económico.
Un dato que nos interesa a todos a la hora de escoger el tipo de sistema climatizador que queremos para nuestro hogar. Gracias a su enorme eficiencia, consume mucho menos energía que un mecanismo regular por lo que se puede llegar a ahorrar una suma considerable de dinero.
Estético y cómodo.
El suelo radiante no solo no se ve, sino que además no ocupa espacio ni tampoco molesta al paso, siendo ideal tanto para espacios grandes como para lugares más reducidos.
Saludable.
Gracias a que no posee ningún dispositivo externo, no se produce polvo que pueda llegar a perjudicar la salud o incluso producir algún tipo de alergia.
Eficiencia.
A diferencia de los radiadores metálicos que requieren que el agua que utilizan alcancen altas temperaturas, el suelo radiante solo necesita que el líquido llegue a 40° para lograr una temperatura ambiental agradable. Gracias a esto, se puede llegar a ahorrar mucha energía y la eficiencia del mecanismo es aún mayor que en los sistemas convencionales.
Doble uso.
El suelo radiante puede usarse tanto para calentar el hogar en épocas de frío como para refrigerarlo en el verano.
En este otro artículo te ampliamos información sobre ventajas y desventajas, con más datos sobre este tipo de calefacción por suelo tan popular.